Como corresponde a la costumbre moderna, luego de brindar con la familia, salimos a brindar con los amigos, pero lejos de ir a gastar el doble de plata para escuchar la misma música en un lugar más grande con la misma gente de siempre. Nos fuimos a la esquina. Allí en el cordón de la vereda, estaba el Escriba componiendo villancicos subidos de tono y de alegorías picarescas. El componía, dictaba y cantábamos en coro desafinado para la indignación de algunas viejas chusmas y algunos jóvenes Pop que apuraban su peinado para ir al baile.
De repente vimos llegar al Oráculo acompañado de un gordo alto con cara de simpático, barba y pelo blanco. Llevaba una gorra con visera y unos pantalones sueltos con una remera negra con letras grandes con la inscripción “Papá Noel no Existe”. Apenas se acercaron saludaron amablemente y traian pan dulce y golosinas.
-Esa bolsa la conozco –dijo el de barba-. Tenia una muy parecida –dijo señalando una bolsa de tela roja que traía el Ladrón de Tumbas de donde sacaba sidras y confites que había intercambiado por regalos e ilusiones navideñas.
-Para un poco Noel –se atajó el amigo hurtador por predilección-. La conseguí en buena ley en una apuesta.
Así que ahí estábamos de repente junto a los amigos de siempre y Papa Noel, ese ser enigmático y misterioso que se la da de no existir. Y mientras su figura recorre publicidades y promociones tontas, es tratado como un icono obsoleto de estos tiempos.
-Disculpe, señor Noel –preguntamos-. ¿Pero usted no tendría que estar laburando a esta hora?.
Inmediatamente hecha la pregunta, sonó un villancico navideño. Era el celular de Papa Noel. El villancico era muy infantil y en formato midi.
-Mi señora insiste en que dé el ejemplo y este celular es para el laburo –nos explicó- Disculpen tengo que atender.
“¡¡Hola!!, ¿Qué Pasó?.... No, es imposible, debe haber un error… Se porto re-mal, suspendan esa casa”. Era evidente que había errores de entrega.
“Y bueno si no tiene chimenea, entren por la ventana… ¿Cómo que lo metieron preso?...Bueno, ya negocio la fianza… preparen igual un paquete así callamos al comisario, nadie debe enterarse que un duende de Santa cayó preso por confusión”
Por respeto no quisimos escuchar mas porque eran todos temas laborales. Cuando corto se dirigió a nosotros –Disculpen, cuestiones de trabajo –se excusó y retomó nuestra pregunta-. Si, tendría que estar laburando, pero con esto de la globalización, delego responsabilidades y actividades, es imposible repartir todos los regalos por todos los países.
Imposible disfrutar la navidad como antes, pero no por ser viejo y todo tiempo pasado sentirlo mejor, al contrario, lo que viene es lo mejor. El problema es tratar de festejar, reflexionar y compartir con amigos y familiares estas fiestas mientras algunos solo hacen ODD (Ostentación de Diversión Desmedida).
O sea, ya no salen divertirse, sino a demostrar que se divierten y para eso hacen desmesura de ciertos elementos, como elixires, estética, y actitudes supuestamente rebeldes. Sin contar que se dejan seducir por propuestas tonas que se tildan de “únicas e irrepetibles”, una lastima. Nosotros preferimos los amigos y el mismo viejo brindis de siempre, que nos prepara para el futuro.
El último en llegar fue el Escéptico.
-¿Estabas festejando la navidad?
-No, me quedé dormido.
-Mira quien esta con nosotros –le hicimos saber mientras señalábamos a Papá Noel.
-¡Hola! –dijo este levantando la mano y sonriendo-. Soy Papá Noel.
-Papá Noel no existe –fue la respuesta del Escéptico-. Pero te pareces demasiado.
Felices Fiestas Che!!!