Estábamos nuevamente sentados en el cordón de la vereda, improvisábamos una ronda. Alguno de nosotros, estaba parado, otro arrodillado, otro apoyado sobre el poste de luz.
-Esta ciudad ya no es la misma de antes.
-No digan así –dijo el Oráculo-. Antes nosotros éramos esta ciudad. Esta ciudad y muchas otras mas, incluso desde este mismo cordón.
-¿Entonces que pasó?
-Por el momento no vale la pena.
-Todo es muy efímero y estético.
-El metal tiene su historia y la madera también, pero en el plástico que existe, es evidencia que no existe –dijo el Poeta.
-Eso no es una canción de Iorio?
-Sí, esta buena.
-Ya no tenemos tiempo para nada. Antes desde esta esquina pasábamos horas semanales planificando la conquista del mundo.
-Pero ahora nos seguimos juntando.
-No nos mintamos, solo son mensajes de textos.
Pero no se preocupen, ya volveremos a estas calles, son nuestras. Solo estamos dejando que ellos se diviertan un poco.
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