-Respecto al sentido de su página –nos comentó el Sabio-, esta tomando buen rumbo, y empieza a entenderse con los contenidos que involucran.
-Al que madruga Odín lo ayuda –dijo el oráculo acurrucado en un rincón de la pared a causa del frío con voz grave y gutural.
-Háganle caso –nos advirtió el Científico desquiciado-, cuando esta borracho, dicen que profetiza mucho mejor.
-Sí, el alcohol es todo un tema, a veces la necesidad es solo social.
-Es muy complejo eso que mencionas –me dijo el Científico Desquiciado-, se tiende a abrir –según una teoría que yo mismo estoy trabajando-, una brecha en el espacio y el tiempo. Generalmente con los amigos, la familia, la persona amada o algún amante, donde nada importan más que la felicidad del momento. A veces, claro esta -dijo concluyendo magistralmente, o seso es lo que él creyó-, esa felicidad nos impulsa a beber alcohol como si uno se pudiera emborrachar con elixires de ese tipo…
-El elixir de la felicidad es el que verdaderamente emborracha –completó la frase el Oráculo mientras preparaba una arcada.
-No, nos confundamos. Los estúpidos primero se emborrachan y después salen a matarse arriba de una moto o un auto -nos hizo saber el Sabio-. ¿Han notado la cantidad de Motos en la ciudad?.
-La Muerte es un tema tabú, no sería conveniente tocarla.
-Hoy mismo a muerto alguien -gritó el Oráculo-. ¡Salud y que la familia esté unida!.
Las esperanzas es lo que estamos perdiendo últimamente, con estos corte de rutas; estos movimientos políticos de profundas bases en subjetividades individuales; equipos que ganan, que pierden y que descienden con las tribunas llenan de duda; guerras que no se terminan y modas de calentamiento, hambre, babilonias…
Al final siempre nos terminamos refugiando en la música, aunque sea un silbido.
-Eso es verdad -nos dijo el oráculo Adivinando nuestros pensamientos-. ¡Al Final solo nos quedará la Música!.
-¡Canten! –dijo el Sabio.
-Denme dos musas -se ofreció el Juglar que había estado ensayando arpegios musicalizando el momento mientras hablamos-, y podré componer algunas lindas canciones.
-¡Ya están entre nosotros! -vaticinó el Oráculo con un leve vaivén en su cuerpo.
-De última, ese es el sentido de esta página -murmuré.
-El inconveniente es cuando los demás no lo entienden y tu quieres ser un Escriba, un Juglar, un Guerrero –explicó el Sabio pasando la botella de güisqui-, y te toman por Bastión, Bufón, o Excéntrico.
-¿Güisqui no se escribe whisky?.
-Eso es en inglés -dijo el Escriba saliendo por un momento de su papel y lapicera-, el diccionario de la real academia española admite güisqui.
-¿Que estas escribiendo? –le preguntamos..
-El sentido de la Página.
-El sentido de la página es el siguiente -gritó poniéndose de pie el Oráculo-, deben saber…
No completó la frase, se fue en un vomito al mejor estilo de El Exorcista de Ridley Scott. Fue inevitable reírse, “¿Que tomo?” preguntó el Científico Desquiciado.
Contestó el Sabio que todo lo sabe pero que le falta aprender:
-Hoy nada, solo Elixir de la felicidad.
