Home 25 - Las Mazmorras de los Amigos Condenados
 

A pesar de haber estado el año pasado en las Mazmorras de los Amigos Condenados, el lugar nos volvió a dar escalofrío. Esta vez fuimos todos, el Oráculo, el Brujo, el Poeta, el Escéptico, El Escriba, el Científico Loco y el Ladrón de Tumbas, este último se encargo de sobornar al carcelero para que nos permita ingresar.

-Podemos entrar –dijo cuando volvió a buscarnos, habíamos quedado algunos metros alejados mientras él fue a negociar el pase-. Pero uno de nosotros deberá entregarle el “alma”. Fue el mejor precio que pude conseguir –dijo encogiéndose de hombros y sonriendo.

-Nosotros ya se la vendimos al Brujo en la Crónica Cuatro el año pasado (  http://debrazoscruzados.es.tl/4ta-_--k1-la-mas-votada-k2--Misterios-en-la-Madrugada--k1-remasterizada-k2-.htm )- avisaron NES y MAV.

-Jamás me pagaron –se quejó el Brujo.

-Shh, no cuentes la crónica por si la quieren leer –lo calló el Oráculo-. Digámosle al Carcelero que sí, y después nos decidimos quién se queda.

Las Mazmorras de los Amigos Condenados no se encuentra en espacio alguno, sino en el tiempo mismo como pasado presente y futuro. No existe una ubicación geográfica que albergue estas mazmorras. Pero muchos de nosotros hemos estado allí alguna vez, algunos, jamás salen.

-Ya saben que no deben tocar a los condenados –nos advirtió el Carcelero sin mirarnos a los ojos y caminando con la antorcha en lo alto para iluminar el camino.

Enseguida empezamos a cruzar celdas con muchas personas que hablaban solas, seguían pidiendo disculpas a interlocutores imaginarios, lloraban de pena o simplemente se reían llenos de traición y maldad.

-¿Qué estamos buscando? –preguntó el Escéptico-. Yo no creo en ninguna de las personas que están acá.

-Por eso están acá –le explicó el Oráculo-. Dejaron de ser amigos y se los condenó a las Mazmorras.

-Yo no quiero ponerlos nerviosos, pero ya vi a algunos de nosotros detrás de las rejas –nos avisó el Escriba.

No toquen a los condenados!- volvió a gritar el Carcelero -, no quisieran ver lo que puede llegar a pasar.

Es increíble como a través de los años, la vida nos ah separado de algunos amigos y condenados a las Mazmorras, estos siguen despotricando sobre nuestras existencias, blasfemando y creando gualichos en nuestra contra; mientras que para nosotros son solo un recuerdo. La gente a veces se pierde en su razón, en su ego, en su humildad…

Rajemos! –gritó de repente el Ladrón de Tumbas y el Oráculo no dudó en seguirlo a grandes zancadas. De repente estábamos corriendo por los pasillos de las Mazmorras sin saber por qué. Habíamos ido a buscar el sentido de la página y ahora parecíamos estar en peligro. Lo mas inquietante; era que el Ladrón de Tumbas y el Oráculo iban riendo a carcajadas mientras el Carcelero nos perseguía con evidente ganas de golpearnos…

CONTINUARA…

Salimos a duras penas por los pasillos oscuros y nos perdimos en un bosque de terror absoluto, sin parar de correr pero aminorando la marcha, sentimos que los perros del Carcelero ladraban avisando que venían en nuestra cacería.

               -¿Qué pasó? –preguntamos.

              -Encontramos a un profeta, Miguel –explicó el Ladrón de Tumbas-, le robó algunas profecías al Oráculo, hace algunos siglos.

             -Mi amigo el Ladrón de Tumbas tomó lo qué era mío, pero forcejearon con el traidor ese –contó el Oráculo-. El Carcelero nos vio, y teníamos próhibido tocar a los prisioneros de las mazmorras.

            Los amigos olvidados que quedaron en el tiempo, que se llevaron recuerdos y se quedaron con pedazos de nuestras vidas, que por rencor o indiferencia a ellos, nunca más queremos limpiarlos del polvo del tiempo. Cuantos secretos se quedaron esos viejos ex-amigos. Cuantas profecías de “qué seremos cuando seamos grandes” quedaron con ellos, en lo más profundo de las mazmorras.

             -Pero ¿y el sentido de nuestra pagina?, vinimos por eso, ¿porqué estamos en la red y hacemos esto?- preguntamos a nuestros sabios amigos.

           -Indagar en los recuerdos puede dar la ubicación exacta a nuestro presente, el sentido de dónde estamos- explicó el Brujo.

           -No creo en los recuerdos –aclaró el Escéptico.

           En el Home buscamos el sentido de la Web. ¿Porqué seguimos navegando aquí?, en esta vida virtual. Por suerte la llevamos paralela a nuestra vida en la calle, en la esquina que tanto anhelamos. ¡Pero ojo!, no quisiéramos que todos escuchen Heavy Metal y tomen “Cervezas en la esquina del Barrio Barón”. No; pero esta es nuestra forma de decir que seguimos vivos y que SÍ nos dejen a nosotros escuchar Heavy Metal tranquilos. Seguramente ese es el sentido, el que se olvidaron aquellos ex amigos. A una decena de días del festejo del día del amigo y otros tantos que la gripe porcina pasó de moda por las retenciones del campo. Nosotros seguimos recordando a los amigos de verdad.

 

      -----Feliz día hermanos del Metal----

 

 
 
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