“La vida ah perdido el sentido” –dijo amargamente el Poeta.

-¿Qué le pasa? –preguntamos.

-Perdió un amor, y eso lo pone mal –nos aclaró el Brujo.

-¿Y no puedes hacer algo en ese sentido?

-Es que perdió el sentido esta vida –recalcó el Poeta.

-No, hay cosas en las que el tiempo no permite que interfiramos –explicó el Brujo al grupo, mientras tomábamos algo en el cordón de la vereda.

-¿Y la página de ustedes? –preguntó.

-Ahí andamos perdimos un poco el sentido.

Nos agarró el viejazo, esa mezcla de responsabilidades, mucho trabajo, madurez, y vergüenza ante los sentimientos y pasiones, que te agarran de repente. Vivir, se vive; salir a pasear, se sale; amar, se ama; reír, se ríe. Pero todo bajo el peso adormecedor del viejazo. Dejamos de darnos tiempo para nosotros mismos y empiezan a perder sentido las cosas. Cuando menos nos damos cuenta, no sabemos remontar un barrilete. Y los amigos son un mensaje de celular cada tanto.

-Ahora viene el día del amigo –festejó la noticia el juglar, que desafinaba unas tristes baladas- por eso estoy practicando estas canciones.

-Pero son muy tristes -objetamos.

-Pero es lo que vende en estas fechas.

-Además todos los días es el día del amigo –aclaró el Poeta.

-Y el de la Madre –dijimos.

¡Feliz día Mamá!

-Yo no creo en los feriados –sentenció El Escéptico.

 Enseguida apareció corriendo el Oráculo, nos miró con los ojos bien abiertos, tomó un trago de la botella para calmar la sed, y habló.

“Se acercan los Fantasmas”.

-En estas fechas siempre se acercan los Fantasmas- dijimos.

-Brindemos con ellos –propuso el Brujo.

-¿Que hacemos con la pagina? –casi implorando nos preguntó el Escriba.

-Estamos parados, falta inspiración.

-Justo ahora que tantos amigos nos visitan.

-Podrían mandarnos fotos cruzados de brazos –se le ocurrió al Poeta.

-Los amigos están visitando la pagina –dijo el Brujo-, debemos continuar.

-Nunca paramos, ellos son el sentido de la página.

-¡Oh Madre mía! –, Gritó de repente el Poeta-. ¿Cuando es el día de la Madre?

-Ayer- afirmó el Escéptico-, Aunque no creo en los días de semana, son todos iguales.