Porque nos siguen preguntando y no es mas que esté el objetivo de la página, el de evitar de alguna manera la locura diaria.
Es que la idea de un vaso de hidromiel esperando en el Valhala, o que nuestro corazón sea comparado con el peso de una pluma ante los severos ojos de Thot, es demasiado tentadora y reconfortante. De ultima que Dios sea nuestro escudo y en el Juicio Final perdone nuestra inocencia.
Alejandro Dolina en su programa radial, reflexionó hace algunas semanas sobre la Internet en nuestras vidas y como se encuentra lleno de Locos. Que es un medio muy bueno –creemos que es el medio de comunicaron mas gentil-, y se puede encontrar mucha sabiduría y cosas de sumo interés. Pero que esta lleno de Locos. Que no hacen nada de sus vidas vacías y utilizan la red como una estupida catarsis y que otros estúpidos terminan peligrosamente haciendo caso.
Nosotros anhelamos y evitamos de todas las formas que a nuestros alcance están, no pertenecer a ese grupo.
Que paradoja se presenta cuando nos expresan –a veces lo aceptamos- que el camino que elegimos es una locura. Porque siempre hay Refutadores de leyendas, enemigos, envidiosos o creyentes que tienen algo y se preocupan por tener algo que decir de nosotros (o sea de ustedes también).
Que dirían entonces de Nietzche o de Marx con “sus ideas sin fundamento” contra el Capitalismo o el Cristianismo. Como escucharán a Wagner, Beethoven o Mozart con sus trastornadas melodías. Que opinarán de San Martín y Bolívar de liberar a esclavizadas Américas. O mencionando algo más cercano y filosófico. Que estupido desquiciado instante en el que Diego aquel 22 de junio de 1986 pensó, “Ma´si, yo me mando hasta el arco”. Que piensan de Imhotep y su estupida idea de poner un ladrillo arriba del otro. Siglos depuse le seguimos llamando pirámide.
Y todos le temen al Tiempo, pero el Tiempo, a las Pirámides.
Nosotros a la eternidad.
Cosa de locos.
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