Séptima: No Hagas de Tus Lentes una Bincha
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Esta crónica es extraña, pero solo se debe a qué nunca perdemos la capacidad de asombro. ¿Quién no?.
El Sol Salió temprano y mientras algunos payasos ensayaban cortes desabasteciendo de esperanzas este granero del mundo, dijimos “Ma´sí” y nos fuimos cerca del río, en la orilla a empezar la tarde.
Alejados de los bombarderos mediáticos con partes catastróficos pasando libretos a los giles con aires de actuaciones heroicas; el calido andar del Paraná nos dio una idea “Si si si, yo me enamoró y listo, ¡Que va!”.
El almuerzo venia atrasado para algunos, improvisando así rápidas comidas, solo unos BOCADOS a orillas del río.
-¿Qué van a tomar? –preguntó el mozo.
Me acordé de mi sobrina, tiene dos años y aprendió a pedir el líquido básico de este imperio, bueno, uno de sus ejemplos característicos.
-Una Tota.
-¿Una Qué?.
-Perdón una Coca cola.
Trotamundos de dos kilómetros ida y vuelta mostraban sus atuendos deportivos y ridículos andares, pasitos, corriditas y ejercicios plagiados de 100% Catherine.
-O la Tota esta haciéndonos mal, o aquél hombre esta patas para arriba.
-Esta haciendo la vertical.
-¿Para qué?.
-Para Surgir.
-Eso es conectarse con la tierra –el hombre estaba haciendo la vertical y trataba de hacer flexiones al mejor estilo Van Dan, solo que no podía hacer una flexión completa, perdía el equilibrio y volvía a realizar el intento patético de su estupido ejercicio. Amigo lector, hicimos tanta fuerza para que se estampe la frente contra el piso. No funcionó.
Agua con mangueras, forcejeos, banderas en alto mal usadas, ruidos desafinados de cacerolas, lejos, muy lejos en la realidad; mi ciudad, seguía en su porción de espacio, nosotros en el cono del silencio observando. Sobre el agua unos botes escapando al suelo; sobre la avenida, móviles girando con música y mucho amor de dúo.
Unos pibes nos pidieron unas moneditas. Es feo y nosotros somos sensibles a esas cosas. Pero es una lastima cuando los pibes de la calle se disfrazan de chicos de la calle y se llenan los bolsillos de monedas -y nos consta-, qué a veces más que aquel que se rompe el lomo laburando. Porque falencias las tienen, pero aprendieron lo peor de los que les otorgan una moneda y se vuelven mas miserables. A veces no son pobres, tampoco infelices, porque justamente no conocen lo que es la felicidad, por lo menos -reflexionamos- no ven la violencia de Los Padrinos Mágicos, la xenofobia de Hi5, el morbo de Tinelli, ni tampoco van a colegios católicos.
-Hoy el Che Cumpliría ochenta años, ¿qué hubiese pasado si viviera?.
-Nada, iba a ser un Gil. Tal vez murió en el momento justo.
-Hasta la Victoria Siempre.
Y qué lindo ver un barrilete, resabio seguramente de semanas atrás por la barrileteada. Que bueno que la costumbre perdure.
-Costumbres Argentinas, Cortar rutas.
-No Cutral-co fue hace tiempo, y cacerolazo hubo uno solo.
-Ahora son títeres de los que mas tienen. Cuidado con los hombres detrás de la cortina me dijo un amigo.
La familia es importante pensábamos, y pensar que a veces la descuidamos bailando un sueño en la Fatiga Mental, mañana saludo a mis hermanos y les digo algo lindo.
Mientras, no paraban de caminar alrededor nuestro madres de eficiente cuidado estético, jóvenes atléticas, tortolitos de todas las edades robándole sol al día, payasos acróbatas de ejercicios innecesarios y los chicos de la calle seguían recaudando.
A la hora justa cuando el sol avisa que la noche nos envolverá, cuando Osiris baja al inframundo, cuando Odín espera ansioso la llegada de las noticias del mundo en alas de sus cuervos mensajeros; nosotros, nos adentramos en la ciudad.
El bullicio nos sacudió, la multitud agolpaba vidrieras, mamá esperó hasta lo último para el regalo. Del río apacible al mar tumultuoso de ida y vuelta de la gente. En las esquinas acampaban grupos de gurises (forma con que se denomina a los chicos en el nordeste argentino), jóvenes tribus intercambiando ring tone y mensajes de texto; en las mesas de las veredas bulliciosas, un trago, un copetín, una ostentación de la moda, de mesa a mesa piropos de glamour; y nosotros ahogándonos de tanto plástico. Nos sentíamos observados “nunca vieron un dúo así” es el pelo, la ropa y nuestras risa de ustedes.
-¿Qué falta acá?.
-Música. Es como la noche pero sin música. Cada uno en la suyo, atento a la de otros, mostrando, divirtiéndose. Se entiende, ¿Se entiende?.
La placa roja de la bendita caja boba, anunciaba el fin de la democracia; pero en el microcentro el desabastecimiento era en las cabezas, Fatiga Mental.
Los peinados volvieron a sorprendernos: hacia todos los lados, mechones y formas, diferentes colores y estilos, pero todo en la misma cabeza, y así se repite en todos, como unos soldados de terracota de Xinhua o los Ushabti egipcios. Todos cortados por la misma tijera de la moda.
El movimiento feminista tirado a la borda por jovencitas de calzas de extremo apretadas en jóvenes nalgas. Si te toco, te enojas. Si no lo mostrarás tanto, por ahí te respeto mejor.
Cerca de la casa de apuestas, un grupo de chicas esperaban a ver a Emmanuel Horvilleur, el rapero seudorockers tirado a Pop con aires gay. Entre la horda se destacaba dos manos sosteniendo una pancarta “¿Cuál de los dos sos?”. Nos acercamos a la chica estandarte para avisarle que no era Dante Spinetta. La pancarta bajo de lo alto y se fue bajo la axila de la muchacha desilusionada que anhelaba tener por suegro a Spinetta. Aguante el Kun Agüero que pegó al Diego de Suegro.
Nota de la Web: Nuestros corresponsales no informaron al traspaso de esta crónica, que el recital sin embargo, fue muy roquero y agitado. Más allá, claro, de la musculosa y pantalón elastizados del solista ex-Ilia kuryaki and the Valderrama.
Y de repente en esa brecha que surgen en el espacio y el tiempo surgió un chocolate Toblerone, ¿se acuerdan?. Gracias bonita.
Yo había teniendo los lentes de sol todo el día sosteniéndome el pelo.
Ella Dijo “No hagas de tus lentes una Bincha”.
Ya lo dijo Luca “Los Lentes son por el Sol… Y para la gente que me da asco”.
-¿Y los ruralistas?.
-¿Qué les den tortas? –dijo la esposa de Felipe XVI-, es qué a veces se la merecen.
¡Viva la Patria!, ¡Hasta la Victoria Siempre! y ¡Feliz día Papá!
chau chau chauuuu