16ta - por quererte ver Lucero del Alba
 

Por quererte ver Lucero del Alba

 

Tiempo estimado se lectura: dos minutos y medio leyendo rapidito.

Mil ciento setenta y nueve palabras (incluyendo estas)

 

No nos pregunten de dónde volvíamos, pero la mitad de la luna estaba blanca y rutilante, del otro lado del firmamento el disco solar se asomaba iluminándola pálida, radiante, hermosa, en el cielo de un celeste onda links de Internet (¡Qué frase Hijodeputa!, voy armar un blog de poemas), si te detenías un momento, podías llegar a escuchar los pájaros cantar como si de un poema cursi se tratara.

No hacia frío, pero la brisa intimidaba un poco, salvo a los grupos de jóvenes, en dúos tríos y cuartetos, que se movían a pata volviendo a su hogar por las veredas y los cordones desafiando autos. ¡Que nostalgias de caminar las calles! Ya estamos viejos y tenemos móviles. Pero la calle uno no la puede abandonar.

De remeritas o camisitas, caminaban algunos con las manos en los bolsillos y los brazos pegados al cuerpo, los ojos inyectados en madrugada, rojos como sacados de contexto, molestos con el solcito asomándose.

El autito modelo 2000, se detuvo de topetazo sobre el medio de la calle, el pelado abrigado de pulóver de lana oscuro, se bajo y empezó a gritar.

Vení acá hijo de puta! –mientras levantaba la mano dirigiéndose a su enemigo que no alcanzábamos a ver por nuestra posición-. ¡Vení boludo, qué te haces el Malo boludo! ¿Por qué te haces el malo y caminas por el medio de la calle?, ¡Veni hijo de puta!

-No hace falta que detenga el transito de esa manera –opinó el Brujo, refiriéndose al transito detenido por el autito (un colectivo y otro auto).

-Si es tan malo como pretende –dijo el Oráculo-, tendría que haber parado frente a su enemigo y hablarle a la cara.

El pelado seguía gritando y llamando a su enemigo del momento, un pibe canchero que caminaba sobre el cordón de la vereda.

-El Pelado es un cagón –agregó el Oráculo. Terminó de decir esto y el pelado se subió a su autito y salió arando en dirección a nosotros-. Súbanse a la vereda por la dudas igual –dijo el Oráculo y todos nos largamos a reír.

En la noche DEMENTE, según nuestros corresponsales, el espíritu de Bono cantante de U2, recibía un golpe bajo con algunos temas en su honor y sus amigos

Seguimos nuestro camino, y veíamos a los canillitas -noble profesión de todos los días- organizando su lugarcito. Una piedra, una escalón de la escalera, un banquito de plazoleta, una esquina y el cordón, todos abrigaditos con mates y compañeros esperando los primeros clientes mientras chusmeaban los diarios. Algunos estaban acompañados por los chiperos; otros chiperos sin embargo con sus casacas auspiciantes caminaban por las veredas y su gran canasta interceptando jóvenes y niñas transeúntes saliendo de boliches discos y pub.

GLOSARIO: CHIPA: pan de almidón y queso, calentado en fuego. En forma de rosca, miñon o pequeña tiras entrelazas de no más de diez centímetros de largo. Muy folclórico de la zona norte de nuestro país, sur de brasil y todo el Paraguay. Y rica también.

El qué iba laburar te dabas cuenta, iba caminado casi dormido rápido y derecho en dirección a un trabajo que lo tendría despierto las próximas ocho o tal vez doce horas.

Los remiseros, daban sus vueltas dejando madrugadores en las puertas de su casa o levantando a los que todavía andaban dando vueltas, como los remiseros.

Algunas niñas de hermosa y sensual vestimenta, con friíto caminaban apuradas con golpecitos de tacos. Hace algunas horas, seis mas exactamente, eran uno minones. Ahora a plena luz del día, se parecían una locas callejeras, de esas qué nuestras madres nos pidieron que evitemos en nuestras vidas. ¿Qué loco, no? La misma ropa, hora distinta, la misma mujer, otro forma de verlas.

-Igual le hago –dijo algo borracho el Poeta-. Un poema, claro, mal pensados.

Las paradas de colectivos estaban algo concurridas en espera del notable servicio de ómnibus urbano de pasajeros. Decimos notable, por qué es de destacar lo patético del servicio. Desde esta Web, saludamos a todos los colectiveros que muchas veces son ajenos a estos maltratos de servicios tercerizados (Gracias Menem, sos bárbaro, ¡Qué Legado!)

Nota de la Web: digresión - Uno de los integrantes de esta Web, el otro día se cruzó con un menemista que despotricaba a los cuatro vientos su condición, orgulloso de serlo y agitando proselitismo al grito de “Menem tiene que volver” (Sic).

Es increíble que estúpidos así sigan dando vuelta por nuestro país tan toqueteado por este político ladrón que nos dejó en una crisis económica, política, social, televisiva y cuántas cosas mas.

Pero hablábamos de las paradas y los concurrentes a espera de un colectivo en día domingo. ¡Qué épocas de quedarse dormido y pasarse algunas paradas mas allá de tu casa!

En la avenida santa Catalina, una surrealista imagen. Como extraída de algún cuadro de Dali, tres gallinas en medio de la avenida hacían una fila. Y no nos referimos a tres hinchas de River (ellos pocas veces se ponen su camiseta), nos referimos a tres aves del orden de las galliformes, las hembras del gallo, de menor tamaño que estos, de cresta pequeña o rudimentaria, cola sin cobijas prolongadas y tarsos sin espolones. Detuvimos levemente nuestra marcha, como no reconocimos en la supuesta pintura de Salvador Dalí a su esposa Gala, la cual siempre incluía subrepticiamente en la mayoría de sus cuadros, nos percatamos aliviados que no era un cuadro y que había tres plumíferos en plena avenida. Un bocinazo y salieron aleteando. Algunas casas dejaban ver en sus puertas a jovencitos que se resistían a dar descanso a sus cuerpos, reían y disfrutaban de un epilogo a la noche de amigos que habían vivido en casas de familia y no en lugares de concurrencia masiva, aunque conocemos casas de amigos que han tenido una concurrencia masiva, especialmente la de estudiantes.

En fin, la noche llegaba a su fin y mirando al cielo, el Lucero del Alba desaparecía ante la luz solar

 

Por quererte ver, Lucero del Alba / tropecé y caí al regresar de andar en nada

pasa el siglo veinte y la ciudad central me amarra

con su mano de cemento etéreo / al vicio de madrugarla

 

Recordamos la canción de Almafuerte, mientras despedíamos al lucero y saludamos al disco solar Atón. Algo inexplicable había en el ambiente, entonces el Brujo hizo rápidamente un cálculo:

-Equinoccio de primavera del año Y: JD = 1721139,2855 + 365,2421376*Y + 0,067919*(Y/1000)2 - 0,0027879*(Y/1000)3 –dijo en voz alta-. ¡Claro! mañana empieza la primavera pero aquí en Argentina la celebran el 21 de septiembre anticipándose a la fecha astronómica –le creímos.

-¿Escéptico algo que decir?

-No creo en la primavera, aunque me gustan las flores.

-La Primavera llegó hace unos meses tontos, y pocos se dieron cuenta.

El lucero ya había desaparecido en el firmamento celeste link de Internet.

 

Lucero que verte quise pero no puede ver nada,

 nada mas que miserables palomares de concreto

tras el ramaje abatido de unos árboles resecos

en la ciudad q me oprime / al vicio de madrugarla.

Donde no hay uno que avise / pero muchos que se guardan, ignorándote.

Lucero del Alba, ignorándote

 

¡¡¡FELIZ PRIMAVERA ENTONCES!!!

 
 
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