Crónica 18 - Vamos a la Eternidad.
 

Vamos a la Eternidad

 

Tiempo estimado de lectura: casi veinte años de metal y rock.

Dos mil trescientos setenta y cuatro palabras (con estas también)

 

Ven a la eternidad / si puedes creer qué yo soy la vida

No Morirás jamás / porqué yo vencí en la cruz la muerte

 

¿Era un caos?, no, imposible. La música a todo volumen, los músicos en todo su despliegue, la gente en toda su euforia, la canción “Ven a la Eternidad”, la banda Logos.

Así la presentó el Beto Zamarbide, el ex-cantante de V8, la mítica banda del metal Argento: “La próxima canción es una invitación para todos ustedes”.

Hasta ese momento era todo furia y fuerza, pero con esa canción que habla de Cristo en primera persona, había algo más. Llámenlo nostalgia, emoción, espíritu santo, o como quieran. Pero todos levantábamos puños, nos abrazábamos y saltábamos al ritmo de la melodía. Algunos lo llaman Heavy Metal.

Antes de esa canción habían pasado algunas mas, y antes del comienzo del recital de Logos en Eldorado, la mitad de esta crónica…

 

LOGOS: vocablo griego que denota aquello que es inteligente e inteligible y que traducido como Palabra o Verbo es usado para expresar la verdad proclamada en las Sagradas Escrituras, en referencia a la persona de Jesucristo.

Esta banda para quienes no la conocen ah tenido una prensa muchas veces cizañera por su confesada practica al culto religioso evangelista, como si eso fuera un pecado o como si no fuera compatible con el Heavy Metal. Giles en todos lados, y como LOGOS es una de las bandas pilares del Metal Argento jamás se nos cruzó por la cabeza faltar. Si Gustavo Cerati o el Indio Solari, tuvieran una banda de rock, se separasen y luego formarán otra banda, lo que la figura de estos cantantes sería, es parecido a la magnitud que el Beto Zamarbide posee; mejor ejemplo y hablando de Rock, si Ricardo Mollo líder de la mejor banda nacional se separaría, justamente de Divididos -Dios no lo permita- y formara una banda nueva, sería tan importante como lo es Logos para el Metal.

 Ahí llegaron los metálicos”, se escuchó en los asientos del fondo del colectivo de media distancia a las ocho de la mañana cuando partíamos para Eldorado. “Ahí atrás ya están los estúpidos” pensamos nosotros. Íbamos con la gente de la banda SÓLIDO METAL que haría de soporte a la banda de Baires. Al medio día, ya estábamos en el club estrella del Norte con los organizadores del evento, tomando elixires de cebada brasilera. El baño estaba en la punta del club y terminamos mas mareados y cansados por ir una y otra vez, que por la cantidad de alcohol asimilado al organismo. ¿Cómo puede haber gente que guste de esa cerveza? Un asco. A las ocho de la noche nuestro cuerpo solo aceptaba agua. Tardamos en darnos cuenta ocho horas cierto, pero fueron ocho horas de intentar darle una oportunidad mas al elixir del dios Indú. Mientras, un veterano del metal, nos deleitó con todas sus asistencias a recitales del país y del mundo, inclusive dos en una misma noche según sacamos cuenta.

A las cuatro de la tarde, después de una satisfactoria siesta arriba del escenario vació de instrumentos, llegaron los protagonistas de la jornada LOGOS. La banda de Heavy Metal, liderada por el Beto Zamarbide, otrora vocalista de V8.

Bajaron de la camioneta y fueron saludando con amabilidad a todos los que cruzaban, atrás dejaban sonrisas y sorpresas, “El Beto me dijo hola”. ¡Qué cholulos! Heavys eran los de antes, jua jua.

La selección Argentina de fútbol, cuestionada hasta el hartazgo por panelistas fracasados, oficinista y borrachos de barra de cantinas, iba en su batalla campal ganando dos goles contra uno a los Orientales Uruguayos. Miguel Roldan, también guitarrista de V8 en los ´80s, se paseaba nervioso por el galpón vació del club con sus auriculares escuchando el partido de las eliminatorias.

La prueba de sonido después de los choris, la empezó el batero Marcelo Ponce, golpeando una y otra vez cada tacho, cada ton, cada platillo, una y otra vez de manera interminable y eterna, y una y otra vez. Para después pasar a otro ton y golpearlo otra y una vez mas. Así sonó la batería a la noche también, un relojito. Para entonces la gente afuera se agolpaba y con cánticos amenizaba la espera. Después toda la banda ensayando con un excelente sonido a cargo del ya popular y afamado Rulo de Eldorado.

Primera sorpresa, dimos con la lista de temas a interpretar a la noche.

Segunda sorpresa, entrevistamos al Beto Zamarbide. Entiéndase, Para nosotros que escuchamos sus temas hace ya casi veinte años. Poder charlar con él fue una experiencia muy placentera.

Salteemos cholulismo y detalles. Mientras Vilma Palma subía al escenario a 400 km de donde estábamos, con sus viejos hits gastadísimos en Posadas, las bandas soportes entretenían la noche con desafinadas, acoples y buena voluntad. Salvo SÓLIDO METAL y la banda oriunda de Ciudad del Este ANIMAR. Aunque quienes hacen esta Web, uno quedó dormido en varios temas del set detrás del escenario. El otro no le prestó la suficiente atención, ¡Heavy eran los de antes viejo!, no se puede laburar todo la semana, chupar todo el día y escuchar bandas desafinadas (no por Sólido Metal, ojo) y que no te agarre el sueño. Aunque nos comentaron que la voz del paraguayo era muy buena.

Para esa altura de la noche, los discjockey de Posadas volvían a sus laburos impacientes de pasar todos los temas de Vilma Palma & Vampiros después de haberlos visto en vivo. Porque si tanto pasan Vilma Palma hasta el cansancio, nos imaginamos que fueron a verlo. Y también comprar su último trabajo discográfico: otro compilado (es en serio).

Las luces se apagaron, la intro nos agolpó en el vallado improvisado con mesas y LOGOS salió a escena.

Es difícil explicar lo qué se siente en un recital de rock o Heavy Metal. El comportamiento, el ritual es distinto. Uno disfruta la música de otra manera. Las guitarras distorsionadas y los golpes en la batería parecen hipnotizarlo a uno y llamarlo sin tregua directamente al escenario.

Describamos el pogo para aquellos paganos que nunca lo han practicado.

Hay dos marcadores de ritmo, la batería y el riff de las guitarras. La clase de pogo depende siempre de la cantidad de gente en la pista de baile -si se nos permite la analogía-, les podemos asegurar que entre 50000 o 15000 se complica el movimiento, en ese caso solo es una marea de gente apretujada que se somete a los embates de los empujones que van ocasionando los mas apretados y trasmiten el movimiento como si de un domino se tratase. Saltar, lo hace la masa en conjunto (recordamos el Quilmes Rock de este año en Paranoid de Ozzy Osbourne y da escalofrío una vez mas).

En el caso de Logos con apenas setecientas personas, la cosa es mas libre, se salta al compás de la canción. Ojo que no es todo el tema, nadie puede saltar todo un tema, apenas la intro o el estribillo. Los empujones nacen del desequilibrio de los saltos individuales o grupales. Solo los enfermitos buscan empujarse y golpearse. El amontonamiento se genera por llegar lo más cerca posible al escenario. Cuantas más personas haya, mas tienen el mismo objetivo; el escenario nunca es del ancho de seiscientas personas y de ahí tanta gente apretada. Los saltitos del pogo pueden ser cortitos o altos y largos, casi quedando suspendido en el aire, depende del ritmo de la canción -ya dijimos-.

NOTA DE LA Web: estamos preparando un breve documento introductoria al pogo, no nos extenderemos mas en esta crónica sobre esta practica.

Logos arremetió con tres temas de su último disco y luego el Beto Zamarbide, carismático con una fuerte presencia en el escenario avisó del primer clásico: Marginado. Qué el punteo de la guitarra arrancó gritos y el riff siguiente lleno el frente del vallado de pogo y muchos abrazos.

La lista de temas fue excelente, algo de lo viejo, lo clásico y de lo nuevo. La banda manejaba e incitaba al público de la mejor manera.

En un momento Miguel Roldan –el guitarrista y también otrora V8-, nos contó que alguien perdió una cámara digital (¿Cómo se puede ser tan boludo?), a lo qué llamó a nuestra conciencia y que la devuelvan “Porque nadie se hace mas rico por una cámara digital”, sí Miguel, es verdad, pero analicemos lo siguiente.

Primero – No se puede ser tan boludo de perder una cámara digital en el pogo.

Segundo – ¿No sabes como están saliendo las cámaras últimamente?, la vendes por 300 p, fácil.

Tercero – La cámara nunca apareció.

Cuarto – No se imaginan la cantidad de cámaras, celulares que había, el heavy y la tecnología, ¡Que cholulos che!


                                           

También se detuvo todo un momento por un percance en la pedalera de Ponce (el baterista), ¡Claro!, le pegaba como una fiera. ¡Que bien que sonó!

Y se vino No te rindas.

No te rindas / aunque te sientas morir / No te rindas / debes luchar hasta el fin.

No dejes vencer / al mal en tu propio ser / Porque en su esclavo te convertirás.

Toda la creación / clama por la redención; Y pronto los cielos se conmoverán

 

Otro punto a analizar. El Beto maneja al púublico con una presencia imponente, pide coros, invita, reta en el caso de tener que hacerlo –al principio le pidió a unos borrachos que no molesten que “Acá vinimos todos a divertirnos, loco, parenla”-, y entre la segunda estrofa y la tercera, se esconde detrás de Roldan y de espaldas al público.
                Y mas que simpático, se veía cuando apoyaba el pie en el monitor y agarrando el cable, dejaba colgando de su mano el micrófono para que lo presentes corearán los clásico; por ejemplo Reina Ciega, el primer tema de V8 de la noche. Un clásico del tercer álbum de la banda legendaria del metal argentino, álbum bastante polémico por lo que respecta a las diferencias que hubo entre Ricardo Iorio y Alberto Zamarbide, por su acercamiento a la devoción evangelista. Lo bueno de todo esto: el álbum es buenísimo y Reina Ciega es un temazo.

                    

                             El Beto haciendo la seña de la "OSCURIDAD"

               ¿Qué estaba haciendo?, los chistes fáciles sobre religión los evitamos, seguramente daba lugar a la banda, pero en fin, resultaba simpático verlo irse al fondo.

Comprendí / que el miedo a la muerte / solo es para el culpable

que sin mas / que creerse un cuerpo / nunca sus manos abre.

Leguas de fuego /vibran junto al sembrador;

Que ya esta presto / para cosechar amor.

Darse es amor, darse es amor, darse es amor

 

Ya contamos, lo que sucedió en Ven a la Eternidad. Nos animamos a afirmar que fue uno de los momentos más importantes. Y hablando del tema y su letra. Seria interesante aunque sea pensar en Jesucristo –que cambió la historia de la humanidad- tal vez aunque sea como un guerrero que luchó y dio su vida contra un imperio.

El final del recital fue con Como Relámpagos en la Oscuridad, viejo clásico de la banda. Buen pogo, algunas lágrimas.

 

Avanza siempre sin cesar / Y nunca llega, Errante en la oscuridad
Buscando restos del amor / Que se ha perdido, Camina hoy la humanidad
Sin saber a dónde va / Buscando paz / A espaldas de su Dios
 A pesar de que viejos muros / Fueron derribados, Hay un mundo lleno de maldad
Que al impulso de su propio / Vértigo ha caído, En esta ciénaga infernal
Presa de su propio mal / Buscando paz, A espaldas de su Dios
 Miles de hombres, Se han cerrado a la verdad / Diciendo que Dios nunca volverá
Porque buscaron, En el cielo una señal / Sin antes ver su propio corazón
 Como relámpago, En la oscuridad / Como relámpago, En la noche vendrá
Buscando a los que prometió la eternidad / Quienes creyeron en su nombre 
Como relámpago, En la oscuridad /  Como relámpago, En medio de este mar
Donde naufragan los que prefieren andar / En la vanidad de sus mentes 

Después de un breve descanso la banda subió una vez mas para los bises, El bajista Walter Scasso, es un pelado gordito con chiva imponente pero simpático, toca como la puta madre su instrumento y lo disfruta, se podría decir que esta chocho de tocar en LOGOS. El solo que hizo en La industria del poder culminó una gran noche desde su bajo de seis cuerdas de color verde.
          Y anunciando su nuevo disco la banda tocó A Través de los Tiempos, un tema creado especialmente en una especie de V8 reunión, hace algunos años, con la mayoría de los integrantes originales, menos Ricardo Iorio.

Las luces se prendieron y la gente empezó a dispersarse sin inconvenientes. Algunos afortunados tuvieron una foto o un autógrafo con los integrantes de LOGOS, que amablemente, mientras comían unos sanguchitos de milanesa, recibieron a los fans uno por uno y con la mejor onda.

Nosotros salimos del predio y caminamos los dos kilómetros que nos separaban de la Terminal, para esperar el ómnibus de media distancia. La Terminal de colectivos era un reguero de cuerpos vestidos de negro extenuados de una jornada metalera.

Los jóvenes del interior, que viven en las localidades sobre la ruta 12, los fines de semana se trasladan de una localidad a otra en busca de algún divertimento, boliche, baile, o reunión de amigos. El colectivo entonces se llenaba y se vacía esporádicamente según pasábamos los pueblos. Aunque nosotros íbamos mas durmiendo con los acordes de LOGOS en la cabeza que otra cosa.

Llegamos a la ciudad capital. Cansados, contentos de buen heavy metal, y también mas cansados.

Vimos a LOGOS.

AMEN.


Soundtrack exclusivo de esta crónica
 

Lista de temas que tocó Logos aquella noche.

1.      Viaje a la eternidad.    

2.      Darse cuenta.  

3.      Solo una vez mas.

4.   Marginado.                 

5.   Confusión mental.       

6.   Esclavos de sus mentes.

7.   Cuando acecha la maldad.      

8.   No te rindas.   

9.   Reina ciega.

10. Rescatando lo perdido.

11. Muerte sin gloria.

12. Ven a la Eternidad.

13. Ciega ambición.

14. Como relámpagos en la Oscuridad.

Bises

15. La industria del poder.

16. A través de los tiempos.

 

 
 
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